¿Sabías que las redes sociales tienen un alto impacto en el funcionamiento de nuestro cerebro? El cerebro humano es el órgano más importante del cuerpo ya que controla y regula los comportamientos del ser humanos además de funciones fisiológicas y biológicas. Es importante mencionar que el cerebro es predominantemente emocional, inherentemente moral y necesariamente social. En este blog, exploraremos cómo las redes sociales están transformando nuestros cerebros y qué implicaciones tiene esto para nuestra salud mental y bienestar.
A nivel global las redes sociales dan muchas externalidades positivas ya que conecta a personas, permite establecer relaciones rápidas, pero también afectan nuestra salud mental, pues hay una reducción de melatonina alterando la higiene del sueño, también inducen al aislamiento, generan trastornos del estado del ánimo, disminuyen la capacidad de atención, concentración, atención, memoria y aprendizaje.
Las redes sociales tienen un atractivo enorme y pone en amenaza al cerebro, ya que el ser humano no está preparado para poder lidiar con una tecnología que está diseñada específicamente a explotar las vulnerabilidades cognitivas inconscientes, instintivas e impulsivas del ser humano. En las redes sociales encontramos una cantidad infinita de información y somos víctimas del scrolling infinito (Critikián & Medina, 2021) pues seguimos deslizando la pantalla para adquirir más y más información. Pero, en muchas ocasiones las redes sociales son utilizadas como manipulación franca y directa y otras son utilizadas para persuasión e influencia. A su vez alteran la forma tradicional y natural de interacción del ser humano, ya que no es una interacción real, estamos interactuando con la pantalla.

El cerebro está diseñado para tomar decisiones, hacer movimientos, sentir y evocar emociones; esto sucede en una interacción real ya que nuestro funcionamiento se da por un balance entre el cerebro racional de la corteza prefrontal, ventromedial, dorsolateral, además del cíngulo anterior que es nuestro cerebro social. Pero, con el uso de las redes sociales el cerebro racional se apaga y se accede al sistema límbico, directamente al circuito de la recompensa, seguramente el lector se pregunta sobre el tipo de recompensas que se adquiere en estas plataformas pues están los “me gusta”, comentarios, facilidad de acceder a información, facilidad de interacción social, evitar sentimiento de soledad, etc.
Es aquí donde hablamos de la adicción a la dopamina, pues el circuito de la recompensa se activa cuando necesitamos satisfacer una necesidad biológica ya que se genera una respuesta de motivación para saciar esa necesidad (Lorea, Tirapú, & López, 2005). Es decir, si tenemos hambre buscamos comida, pero en redes sociales no hay algo biológico, físico que satisfaga esa hambre a la información y por eso nos volvemos víctimas del scroll infinito. ¿No les ha pasado que están en una red social y cuando se dan cuenta ya han pasado varios minutos? El darnos cuenta de que estamos siendo víctimas de las redes sociales puede llegar a ser doloroso.
Dentro de las cosas positivas que se encuentran en esta interacción está la coordinación oculo-manual, ya que en la actualidad el escribir un mensaje, enviar fotos, editar un video por unidad de tiempo es increíble, esto se da por una coordinación entre la corteza motora, premotora y motora suplementaria que facilidad y agilita estas acciones.
En conclusión, las redes sociales son una herramienta, pero se debe tomar consciencia del uso de estas, podemos realizar estas preguntas:
– ¿Qué tanto nos está sirviendo?
– ¿Es útil y productivo?
– ¿Estoy dejando de vivir experiencias por pasar en redes sociales?
– ¿Estoy afectando a otras personas?
Recuerda que el tiempo es un recurso no renovable, con el presente blog no se pretende evitar el uso de las redes sociales, pero si a despertar mecanismos de autogestión y autocontrol que eviten que seamos víctimas del scroll infinito y tener un beneficio real del uso de ellas.
Critikián, D., & Medina, M. (2019 de Abril de 2021). Revista de Comunicació y Salud. Obtenido de Redes sociales y la adicción al like de la generación Z: https://www.revistadecomunicacionysalud.es/index.php/rcys/article/view/281
Lorea, I., Tirapú, J., & López, J. (17 de febrero de 2005). Red de Revistas Certificadas en América Latina. Obtenido de Deshabituación de drogas y funcionamiento cerebral: https://www.redalyc.org/pdf/2891/289122003004.pdf