¿Puede una memoria ser alterada?

En la actualidad, una de las evidencias que más tiene peso en una corte es la declaración de testigos.  Sin embargo, ¿qué tan confiable puede llegar a ser la memoria humana? ¿Es posible que una persona recuerde algo de una manera diferente dependiendo de la forma en la que alguien le pregunta respecto al evento?

Lotus y Palmer (1974) idearon un experimento destinado a identificar cómo el lenguaje de una pregunta podía llegar a modificar lo que un testigo veía en un evento. El experimento consistía en lo siguiente: A varios grupos de participantes les pidieron que vean un video de dos carros chocando. Después, se les pidió que todos los participantes estimen a qué velocidad creían que los carros iban cuando se dio el impacto. Lo que cambió en cada grupo de participantes fue el verbo que utilizó para describir este impacto de los carros.

Por ejemplo, se les preguntó ¿A que velocidad iban los carros cuando los carros se aplastaron/ colisionaron/chocaron/ golpearon/ toparon? Dependiendo del verbo utilizado para describir el evento, las estimaciones de velocidad cambiaron. Entre mayor el impacto del verbo usado, la velocidad estimada aumentaba. Este experimento fue hecho en inglés y en la foto a continuación, se ve un gráfico de la velocidad estimada por los participantes con los verbos utilizados.

A continuación, se presenta un video de una recreación del experimento original.

¿Por qué ocurre esto? A pesar de que la mayoría de personas consideren que la memoria humana funciona como una grabadora, lo cierto es que la memoria tiene grandes fallas, con espacios vacíos y en algunos casos con cosas agregadas que nunca realmente pasaron.

Algunos errores de memoria son comunes, como, por ejemplo, olvidar dónde uno dejó sus llaves, u olvidar el nombre de una persona que uno acaba de conocer.

Existen sesgos en la memoria mucho más complejos. Por ejemplo, dependiendo del contexto social y cultural en el que una persona creció, la memoria de las personas cambiará acorde a esto. Esto ocurre gracias a que los humanos tenemos una atención limitada, y al tener patrones construidos en nuestra mente, tendemos a prestar atención a lo que ocurre que consideramos familiar, y por este motivo, tendemos a recordar detalles que se relacionan con nuestro contexto. (Alba & Hasher, 1983)

No obstante, existe un sesgo mucho más interesante y peligroso para las cortes jurídicas y es el de las memorias falsas. ¿Es acaso posible recordar algo que nunca pasó? Loftus & Pickrell, (1995) investigaron acerca de este fenómeno, y querían identificar si podían implantar a sus participantes una memoria falsa de la infancia. Para llevar a cabo este experimento, recopilaron información con los familiares y amigos de los participantes. La memoria que quería implantar era que el participante había sido perdido en un centro comercial de niño, y rescatado por un adulto. Después de asegurarse que este evento no había pasado en realidad, los experimentadores les dijeron a los participantes que habían hablado con sus seres queridos acerca de su infancia y de 4 eventos de su niñez, siendo 3 de estos eventos cosas que realmente pasaron, y el cuarto evento, la memoria falsa del centro comercial. Les pidieron a los participantes que escriban acerca de estos 4 eventos dándoles pequeñas pistas e insinuaciones sobre los mismos. Luego se les preguntó acerca de los 4 eventos, haciéndoles dos entrevistas. Un cuarto de los participantes afirmó haber recordado la memoria falsa. Otras investigaciones similares se llevaron a cabo, reemplazando la memoria falsa con que, de niños, los participantes casi se habían ahogado y que un salvavidas los había rescatado, o que habían sido atacados por animales. En estos otros experimentos, se obtuvieron resultados similares.

Todos estos experimentos relacionados a la memoria nos llevan a la conclusión que a pesar de que se tiene la concepción de que la memoria es como una perfecta grabación de video, lo cierto es que es frágil, sesgada, e incluso puede ser inundada por eventos falsos. Estos experimentos también nos llevan a cuestionar cosas como la veracidad de las declaraciones de testigos en los jurados, y a proponer cambios en como funcionan las leyes, por ejemplo.

Fuentes:

Alba, J. W., & Hasher, L. (1983). Is memory schematic? Psychological Bulletin, 93, 203–231.

Laney, C., & Loftus, E. (n.d.). Eyewitness testimony and memory biases. Noba. https://nobaproject.com/modules/eyewitness-testimony-and-memory-biases

Loftus, E. F., & Pickrell, J. E. (1995). The formation of false memories. Psychiatric Annals, 25, 720–725.

Mcleod, S. (2023, May 10). Loftus and Palmer Experiment (1974). Simply Psychology. https://www.simplypsychology.org/loftus-palmer.html#:~:text=To%20test%20this%20Loftus%20and,be%20more%20open%20to%20suggestion.