Hoy por Hoy, en un mundo global y competitivo las personas buscan alcanzar la máxima excelencia. Resultando en cambios de visión acerca de la conformidad y la búsqueda del perfeccionismo. De hecho, se ha normalizado la urgencia de destacar y triunfar dejando de lado el cometer errores, rechazando de manera superficial la imperfección. Importando poco, las repercusiones de mantener estándares excesivamente altos. Entre esto, el sentirse no merecedoras o acreedoras de los propios éxitos.
Dudar de uno mismo, es más común de lo que parece. Sin embargo, creer firmemente en ser un fraude o vivir con el miedo irreal a ser expuestos. Podría indicar signos de padecer “síndrome del impostor”. Entre los síntomas más comunes, es sentirse desmerecedor y no acreedor al éxito sino adjudicarle a la buena suerte o racha, el alcanzar metas con ayuda de terceros. Desmereciendo la estima y el esfuerzo propio.
Debe señalarse que no es normal tener estar lucha interna y debería cuestionarse él porque de esta autopercepción. Si es producto de una baja autoestima u otras variables como tener creencias rígidas o limitantes acerca de quienes somos. Entendiendo, que estas creencias pueden ser propias o aprendidas de nuestro entorno. Resonando como un dialogo interno negativo o poco constructivo.
Según expertos, aunque este síndrome no se ha catalogado oficialmente como un “Trastorno psiquiátrico”, y muchos no lo reconocen como un síndrome especifico. Concuerdan que los sentimientos resultantes suelen acompañar síntomas ansiosos o depresivos. Resultando, en una gran insatisfacción y rechazo de la valoración personal. (Weir, 2013).
Para tener un diagnóstico certero es preciso consultar con un profesional de la salud mental. Sin embargo, es clave prestar atención a ciertos puntos:
- Pensamientos intrusivos: “No debería estar aquí” “No me siento capaz”.
- Incomodidad al recibir retroalimentación positiva o halagos.
- Sentir excesivo miedo, frustración y/o aversión, etc. A no estar a la altura de las expectativas.
- Síntomas ansiosos o depresivos.
- Necesidad de control y/o la urgencia de acaparar el control externo e interno de logros, metas, etc.
- Estar a la defensiva, esperando ser expuestos.
- Establecer metas irreales o muy desafiantes.
¿Qué hacer si se padece síndrome del impostor?
Cabe considerar, que muchos de los signos y síntomas mencionados no determinan un diagnóstico. Por supuesto, sirven de guía para reflexionar e internalizar la detección de conductas, creencias y emociones desadaptativas o tóxicas.
Visto de esta forma, lo fundamental es:
- Tomar conciencia del dialogo interno o de autoexigencia que induce a un pensamiento catastrófico o negativo.
- Iniciar un proceso terapéutico en salud mental.
- Trabajar en la estima personal: Autoimagen, autopercepción, confianza y seguridad, etc.
- Incorporar herramientas y acciones centradas en la compasión y amabilidad hacia uno mismo.
- Auto reafirmar las propias habilidades y capacidades.
- Comunicarse con la red apoyo (familiares, pareja y/o amigos), acerca de estos pensamientos irruptivos y/o emociones no gestionadas.
Desde una perspectiva humana y centrada en la persona es fundamental reflexionar, que, en una sociedad en auge y contante expansión, a menudo las personas pueden verse afectadas por determinadas afectaciones psicológicas que si bien como sociedad hemos “normalizado” precisan ser replanteadas. Este análisis invita al lector a interiorizar y tomar conciencia de aquello que hace, siente y piensa.
Referencias:
Almeida, A. C. D. (2020). Sou uma fraude (?): explicando a síndrome do impostor.
Bravata, D. M., Watts, S. A., Keefer, A. L., Madhusudhan, D. K., Taylor, K. T., Clark, D. M., … & Hagg, H. K. (2020). Prevalence, predictors, and treatment of impostor syndrome: a systematic review. Journal of general internal medicine, 35, 1252-1275.
Weir, K. (2013). Feel like a fraud? You’re not alone. Many graduate students question whether they are prepared to do the work they do. Here’s how to overcome that feeling and recognize your strengths. Obtenido de American Psychological Association: https://www.apa.org/gradpsych/2013/11/fraud